Proponen poco… se atacan mucho

10MINUTOS/REDACCIÓN

El segundo debate presidencial, celebrado anoche en Tijuana, se concentró en los ataques entre candidatos y ofreció a los mexicanos pocas propuestas de acciones por parte de quienes desean gobernar el país.

Aunque tuvo momentos interesantes y hasta cómicos, la mecánica, que incluyó la participación de un grupo de ciudadanos indecisos de su voto, resultó rígida y no permitió que las ideas fluyeran de manera armoniosa y dinámica.

Como era de esperarse, el aspirante de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, fue atacado  de  forma  casi  colectiva por sus tres rivales, en especial por Ricardo Anaya y José Antonio Meade, y aunque en  esta  ocasión  el  tabasqueño llegó mejor preparado para responderles, los ataque de Anaya provocaron que AMLO se viera visiblemente enojado.

Los analistas consideraron que se trató de un encuentro más parejo que el anterior, que había tenido al panista Anaya, de la coalición “Por México al Frente”, como el claro ganador.

Sin embargo, ningún candidato sorprendió. Todos se apegaron al script de sus respectivas campañas. Andrés Manuel López Obrador se enfocó en su clásica retórica de agrupar a los representantes del PRI (Meade) y PAN (Anaya) como una misma cosa, el “PRIAN”, y en sus peroratas sobre la “mafia del poder”.

También reiteró sus postulados sobre combatir a la corrupción con el ejemplo y a la pobreza como los dos trazos clave de su campaña.

Meade insistió en presentarse como el mejor preparado para gobernar, ponderando su amplia trayectoria en el sector público.

Y Anaya, con un estilo más combativo y buscando ser muy puntual, enfocó su estrategia en atacar a AMLO, señalarle errores y en asegurar que las ideas del morenista son “muy viejas”.

“El Bronco” fue el menos propositivo y, en un estilo campechano, sugirió a AMLO darse un abrazo con Anaya y Meade.

 

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